En 1968 es realizado el primer trasplante de corazón en Chile por el Dr. Jorge Kaplan Meyer y su equipo. El año 2018 se cumplen 50 años desde este hecho histórico en nuestro país, y por esto se encarga construir una escultura conmemorativa en Valparaíso. La plazoleta seleccionada se encuentra como un espacio de amortiguación hacia el acceso de la zona residencial entre las calles Camilo Henríquez, y Gral. Del Canto, en Playa Ancha, Por otro de sus frentes se expone hacia la Avenida El Parque.

Este punto de ubicación se observa como un espacio resiliente natural, con la presencia de árboles, vegetación, y la composición de elementos como equipamientos de descanso. Por lo expuesto, se propone representar dos instancias y/o situaciones; La primera: zona conquistada y construida por el sector de acceso a lo “residencial”, sin embargo, se posiciona de frente y observando hacia el mar, develando también la escultura hacia la avenida. La obra se comprende como una fragmentación en varios módulos o cubos que se van des construyendo, enmarcando la vista y resaltando su profundidad. La segunda: A través de la composición de los cubos se busca una volumetría simbólica en forma “mitad de corazón”. Una composición simple para aportar seguridad al lugar, sin crear espacios con rincones ocultos, más bien se aboga por la trasparencia del elemento. La austeridad se debe ver reflejada en dos momentos. Uno duro, creado por el hormigón en donde se instalará la placa memorial, y luego su otra mitad desfragmentada que se compone de acero, el cual posee una condición de temporalidad, irá transformándose por medio del tiempo, otorgándole maduración a la obra en sí misma. La obra se plantea como un objeto referencial, simple, que constituya una esquina con carácter y que se transforme en un hito dentro del sector de playa ancha. Por último, se busca rescatar la simplicidad, abstracción y el ascetismo de la obra, buscando rememorar la visión de los mandantes de la Fundación Jorge Kaplan, y de igual manera a su persona.